miércoles, 6 de junio de 2012

Consejos para elegir los colores de las paredes (2)

 En la primera parte de este artículo, te explicábamos el efecto sicológico que tienen ciertos colores en las personas. Esto es muy importante a la hora de elegir los colores de las paredes. En esta segunda parte seguimos explicándote los efectos que los colores tienen sobre las personas.





Azul – El color azul hace bajar la presión arterial y enlentece el ritmo cardíaco y la respiración. Por eso es considerado calmante, relajante y sereno y es recomendado para dormitorios y baños. Pero sin embargo, ten cuidado, ya que un azul pastel puede verse muy mal y frío cuando está en las paredes o mobiliario, sobre todo si es una habitación que recibe poca luz natural. Si optas por este color como el color primario de un espacio, trata de encontrar un equilibrio con tonos cálidos en la decoración y telas. Para fomentar la relajación en las habitaciones donde las personas se reúnen en familia, salas de estar, cocinas grandes, debes considerar azules más cálidos, más cerca del lila, o azules brillantes, como el turquesa. Así como el azul claro tiene un efecto relajante, el azul oscuro tienen un efecto contrario, evoca tristeza. Así que no uses este color como principal. Si te gusta el azul, escoge los tonos más claros.


Verde – Este color es el que más descansa los ojos. Combinando la cualidad refrescante del azul y la alegría del amarillo, el verde se adapta a cualquier habitación de la casa. En una cocina, un verde enfría las cosas, en un comedor o salón familiar, alienta la relajación pero tiene suficiente calor para promover la comodidad y la unión. En un dormitorio, es relajante y placentero. Cuando se utiliza como color principal en la decoración, tiene un efecto calmante. Se cree que tiene gran poder para solucionar el estrés e incluso dicen que aumenta la fecundidad.

 Púrpura – En sus valores más oscuros (berenjena, por ejemplo), es rico, dramático y sofisticado. Está asociado con el lujo, así como la creatividad. Como un color secundario, da al espacio profundidad. Las versiones más claras de púrpura, como lavanda o lila, hacen que la habitación sea propicias para descansar, sin el riesgo de sentir frío.


Naranja – El naranja evoca emoción, entusiasmo y energía. Si bien no es una buena idea para un dormitorio o una sala de estar, es excelente para una sala de ejercicios. En culturas antiguas el naranja se utilizaba para curar los pulmones y aumentar los niveles de energía.

 Colores neutrales – Estos colores son el negro, gris, blanco y marrón, son fundamentales como herramienta en una decoración. Estos colores entran y salen de moda todo el tiempo, pero su virtud radica en su flexibilidad: añadir color para alegrar las cosas o para tranquilizar. El negro es mejor utilizarlo en pequeñas dosis, como un acento, y por cierto, todos los expertos sostienen que en una decoración siempre debe haber un toque de negro o tierra para darle profundidad al esquema de color.

El techo representa una sexta parte del espacio en una habitación, pero muy a menudo, sólo recibe una capa de pintura blanca. De hecho, durante años, se ha considerado que el blanco era el mejor color para los techos. Pero también pueden usarse colores, solamente debe tenerse un detalle en cuenta: los techos claros se sienten superiores, mientras que los oscuros dan la sensación de bajar. Bajar no necesariamente tiene por que ser claustrofóbico; si la habitación tiene techos muy altos, pintarlos de color daría una sensación más acogedora. Los colores oscuros hacen que un lugar parezca más pequeño y los luminosos, dan efecto de amplitud y espacio.


Estas directrices generales, son un buen punto de partida en la búsqueda de un color. Pero recuerda que la elección de colores es un asunto personal. Tu eres quien tienes que vivir con el color de la pintura, así que nadie mejor que tu sabe de tus necesidades y la de tu familia. En lo posible, elige una pintura de buena calidad, para hacer una inversión a largo plazo.

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